Menos del 10 por ciento del plástico que se consume a nivel mundial se recicla con éxito y el resto, en el mejor de los casos, acaba en la basura o contaminando los ecosistemas, señala un estudio de la organización WWF (Fondo Mundial para la Naturaleza, por sus siglas en inglés).
El plástico, un subproducto de la petroquímica que tarda hasta 450 años en degradarse, es 10 veces más caro en los países en desarrollo, que consumen casi tres veces menos que en los industrializados, lo que ocasiona un impacto al medio ambiente, la salud y la economía, explica la organización no gubernamental.
El informe calcula que el costo total de un kilogramo de plástico es de alrededor de 150 dólares en los países en desarrollo, ocho veces más que los 19 dólares/kilogramo de las naciones de ingresos altos.
Si se comparan sólo los países de ingresos bajos y sus homólogos más ricos, la diferencia de costos se multiplica por 10, ya que los países en desarrollo soportan costos de hasta 200 dólares por kilogramo, consigna WWF.
Esta inequidad, estima el estudio, traslada la mayor parte de los costos para extraer, fabricar y desechar el plástico a quienes están menos preparados parta gestionar y reciclarlos como es en las naciones de menores ingresos.
“En lugar de resolver la crisis mundial de contaminación por plásticos de la forma más eficiente, el sistema traslada la mayor parte de los costos a los países en desarrollo sin responsabilizar a quienes producen y utilizan los productos, advierte el Fondo Mundial para la Naturaleza.
El Plástico de un solo uso, el más contaminante
Según estadísticas de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), menos del 10 por ciento de los residuos plásticos en el planeta se reciclan, y el resto va dar a la naturaleza, generando daños a la salud.
Más del 40 por ciento del plástico de baja intensidad de material se una solo una vez, y a ese ritmo, sostiene la OCDE, para el 2050 casi todas las especies de aves marinas del planeta tendrán plástico en su organismo.
Por ello, destaca WWF, la solución más viable contra la contaminación del plástico es el reciclaje y el aprovechamiento de materiales, “que se mantenga útil por el mayor tiempo posible, como el caso de las botellas de plástico”.
La mayor parte de la basura que ensucia las playas y los ecosistemas costeros es el plástico de un solo uso como son las bolsas del supermercado, envases de unicel y platos desechables.
México cuenta con el índice más alto del continente americano, por encima de Brasil, Canadá y Estados Unidos en reciclaje, en el que el más del 50 por ciento de tereftalato de polietileno conocido como PET se recicla. Existen alrededor de 30 plantas para su reciclaje.
La Ciudad de México, con sus 9 millones de habitantes, se ha posicionado en planes innovadores de manejos de residuos en los últimos años.
En 2020, el Poder Legislativo de la Ciudad de México reformó la Ley de Residuos Sólidos, que prohíbe la comercialización, distribución y entrega de bolsas de plástico al consumidor.