Ante al falso dilema de que la llegada de los migrantes tiene efectos negativos en los países donde llegan, en los que además padecen xenofobia y racismo, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) señala lo contrario, ya que promueven prosperidad e incrementan la fuerza laboral.
En un nuevo informe, el BID atribuye el crecimiento sostenido de las remesas en América Latina y el Caribe al potencial que tienen los migrantes de generar riqueza que para este año alcanzará una cifra récord de 155 mil millones de dólares y cuyo destino será para sus países de origen.
Según las proyecciones del BID, México cerrará este año con un flujo total de remesas de 64 mil 247 millones de dólares, un aumento de alrededor del 10 por ciento del dinero que proviene del extranjero, principalmente de Estados Unidos.
Guatemala lo ubica en segundo lugar con un monto de 19 mil 980 millones de dólares, Colombia con 10 mil 202 millones; República Dominicana 10 mil 125 millones ; Honduras 9 mil 369 millones ; El Salvador 8 mil 198; Ecuador 5 mil 315 y Brasil 4 mil 304 millones de dólares, entre otros.
En su informe, el BID sostiene que entre 2015 y 2022, el número promedio de migrantes en la región aumentó 80 por ciento y las principales causas que originaron el éxodo fueron económicas, como la insuficiente generación de empleo y el abatimiento salarial.
Esta cifra, señala el BID, representa un aumento del 9.5 por ciento en comparación con los 142 mil millones de dólares recibidos en 2022, consolidando un crecimiento sostenido de alrededor del 10 por ciento anual durante los últimos 10 años.
Entre 2017 y 2020, las remesas tuvieron un aumento moderado, pero para 2021 el crecimiento fue acelerado al llegar al 26.7 por ciento.
En 2023, indica el BID en su informe, el aumento se explica principalmente por el crecimiento de las remesas que recibieron los países de Centroamérica con el 13.2 por ciento y México con el 9.8 por ciento.
Le siguieron América del Sur con un crecimiento del 7.9 por ciento y en el caso de los países del Caribe el aumentó fue más moderado con el 2.6 por ciento.