Con las Asociaciones Público Privadas (APPs) impulsadas durante la pasada administración gubernamental ( 2012-2018), las corporaciones como Coca-Cola, PepsiCo, y Nestlé capturaron al gobierno mexicano para neutralizar las políticas de salud.
La estrategia incluye la participación en diálogos sobre políticas , por ejemplo la consulta pública sobre el etiquetado frontal de alimentos, el cabildeo hacia los tomadores de decisiones para que retrasen la adopción e implementación de políticas, y las asociaciones con ellos para implementar políticas.
La evidencia confirmó cómo el aumento de la obesidad y enfermedades asociadas está relacionado con el alto consumo de bebidas azucaradas y alimentos ultraprocesados.
Las bebidas azucaradas son la principal fuente de azúcar en la dieta y el 69 por ciento del azúcar agregado que consumen los mexicanos proviene de bebidas endulzadas con azúcar.
Casi el 65 por ciento de los niños de 5 a 11 años y el 35.4 por ciento de adultos reportaron el consumo diario de botanas y postres.
De acuerdo con el estudio Asociaciones Público-Privadas en México: Implicaciones para la Gobernanza en Salud Pública de Nutrición , la doctora Ángela Carriedo, autora principal del análisis, y Secretaria de Políticas en la World Public Health Nutrition Association (WPHNA), señala que las APPs funcionaron como estrategia de publicidad por parte de las marcas hacia los beneficiarios de los programas y en sus reportes de responsabilidad social empresarial que forman parte del maquillaje corporativo.
Una investigación publicada en el International Journal of Health Policy and Managment revela la asociación entre las grandes corporaciones y el gobierno mexicano en la implementación de programas de salud, alimentación y nutrición en México.
Esta investigación muestra cuatro programas gubernamentales en los cuales Coca-Cola, PepsiCo y Nestlé tuvieron una participación activa en la implementación y evaluación de estos programas.
Alianzas con corporaciones privadas no van a implementar políticas que las afecten
Estas iniciativas forman parte de las estrategias para capturar y neutralizar las políticas de salud al crear estas asociaciones con entidades que deberían regular a estas corporaciones.
Difícilmente, una entidad pública que realiza una alianza con una corporación privada va a implementar políticas que afectan a esa corporación.
La investigación demostró que a través de las Asociaciones Público-Privadas (APPs) las grandes corporaciones de productos ultraprocesados han establecido un vínculo cercano con los tomadores de decisión, lo que tiene impacto en la gobernanza de las políticas públicas en salud alimentaria.
Mediante el webinar “Asociaciones público-privadas: una estrategia de las industrias para obstaculizar políticas públicas de salud” en el que participaron Ángela Carriedo, autora principal del estudio, y Secretaria de Políticas en la World Public Health Nutrition Association; Camila Maranha Investigadora de la Universidad Federal Fluminense de Brasil; y Christian Torres coordinador del área de conflicto de interés e interferencia de la industria de El Poder del Consumidor, precisó que el estudio se centra principalmente en cuatro programas de alimentación y nutrición llevados a cabo en el periodo de 2012 a 2018 (administración del presidente Enrique Peña Nieto).
La investigación resalta cuatro APPs: “Centros de Hidratación” patrocinados por Coca-Cola, con la Secretaría de Educación y la Secretaría de Salud; “Agua, Saneamiento y Salud”, un proyecto de alcance nacional promovido por PepsiCo, el Banco Interamericano de Desarrollo y la Comisión Nacional del Agua; “Ponte al 100”, una iniciativa lanzada por Coca-Cola con la Secretaría de Salud y la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (CONADE); y “Nestlé por niños saludables/Nutrir” un proyecto promovido por Nestlé con la Secretaría de Educación y la Secretaría de Salud.
Estas APPs descritas en el documento tenían tres mecanismos de operación, primero, el sector privado se suma a una acción pública, pero solo para una parte específica o fase de ejecución del programa (también enmarcado como donaciones)
Segundo, el sector privado presenta un proyecto en sus propios términos. El socio público tiene muy poca influencia en el diseño, pero tiene libertad de acción (para ejecución); y en tercer lugar el sector privado es el principal diseñador, ejecutor y tomador de decisiones.
Las APPs instrumento para el logro de los objetivos corporativos y privados.
Los resultados encontrados resaltan que, las APPs examinadas contaban con mínima información pública disponible sobre su duración, evaluación, impacto y gobernanza, es decir, se evidencia la opacidad en los procesos de participación de las industrias, además, la gobernanza en torno a las APPs estudiadas fue débil.
No se siguieron principios claros, de manera consistente y transversal entre los socios, incluyendo los de rendición de cuentas, transparencia, equidad, participación, integridad y credibilidad, entre otros. No se tuvo acceso, como lo establece la ley, a la operación de los recursos públicos.
El estudio destaca recomendaciones internacionales para blindar las políticas y programas de salud de la participación del sector privado, en las que se encuentran: Evitar por parte de las instituciones públicas el involucramiento con corporaciones nacionales o transnacionales de alimentos y bebidas, particularmente las APPs de alimentación, nutrición y acceso al agua.
Las entidades públicas deben buscar soluciones de financiación alternativas para los programas y proyectos relacionados con la alimentación, la nutrición y el acceso al agua.
En general, mejorar normas y regulaciones nacionales sobre transparencia fiscal y sobre prácticas no promocionales en casos de participación en APPs, entre otras.