La ex subsecretaria general de Naciones Unidas, Arancha González Laya, destacó que la integración económica de América Latina y el Caribe dependerá de tres requisitos: conectividad, inversiones en capital humano y  competitividad.

“Es el tríptico donde la región tiene la capacidad de navegar. Y tiene un gran capital humano, lo que hace falta son políticas públicas en sectores como la tecnología y los servicios”, precisa la también decana  de la Paris School of International Affairs.

En la apertura del ciclo conmemorativo de conferencias magistrales por el 75 aniversario de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), Arancha González, consideró que una de las desventajas que tiene la región frene a los países desarrollados son las políticas de subvención Industrial.   

“Nos tenemos  que preocupar porque mientras ellos ponen miles de millones de dólares en la mesa para subvencionar al sector industrial, en la región no están disponibles, por lo que tenemos que invertir en la economía de la tecnología  y los servicios”, recomendó.

En videoconferencia desde Santiago de Chile, sede de la CEPAL, la también ex ministra de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación de España abordó el tema de la integración regional.

Al respecto, dijo que en el actual contexto mundial reactivar la integración económica  dependerá de construir convergencias en los temas donde haya consenso.. 

“Este es un espacio donde toda construcción por muy pequeña que sea tenemos que darle la bienvenida y hay convergencias en retos que coincidimos como el calentamiento global, la protección de la biodiversidad y los océanos, el agua, la energías renovables”, indicó. 

Mediar en las tensiones entre China y EU

En la ronda de preguntas y respuestas, el Secretario Ejecutivo de la CEPAL, José Manuel Salazar-Xirinachs, preguntó a la conferencista sobre el papel que debe jugar América Latina y el Caribe para mediar las tensiones entre Estados Unidos y China. 

La también ex funcionaria de la Organización Mundial de Comercio (OMC) se pronunció por que la región asuma un rol más activo para ayudar en las gestiones entre las dos potencias a pesar de sus diferencias.

“América Latina y el Caribe no pueden suplantarlos, pero si podemos ayudar a la gestión de esas diferencias. Y esa es la tarea que corresponde a muchos países de esta región”, añadió.

Consideró que el ascenso de China ha cuestionado la hegemonía estadunidense y nos dirigimos a nuevo orden mundial, en el que el cierre y no la apertura aparece como la regla principal en cuestiones tecnológicas de las dos potencias.