El peso mexicano cerró en 16.8870 pesos por dólar, apreciándose alrededor de 1.06 por ciento o unos 18 centavos, tocando niveles no vistos desde diciembre del 2015. 

La apreciación del peso se debe al debilitamiento del dólar estadounidense de 0.96 por ciento y al dato de inflación anual en Estados Unidos que se desaceleró al 3.0 por ciento en junio, marcando el doceavo mes consecutivo de caídas y la lectura más baja desde marzo de 2021. 

La inflación en aquel país bajó de 4.0 por ciento en mayo y se encontró por debajo de las previsiones del 3.1 por ciento. 

La desaceleración se debe, en parte, al efecto de una elevada base de comparación, pues hace un año, la inflación general marcó un máximo desde 1981 del 9.1 por ciento.

En el ámbito interno, los fundamentales económicos que han generado la apreciación del peso mexicano son la entrada de divisas al país por exportaciones , remesas, e inversión extranjera directa, la política monetaria restrictiva del Banco de México (Banxico), que mantiene un amplio diferencial de tasa de interés con Estados Unidos.

Otro factor que ha generado la apreciación de la moneda mexicana es la preferencia a nivel  internacional por invertir en pesos , lo cual se da ante una buena perspectiva de crecimiento económico para México por el fenómeno de reelocalización de industrias, consideraron los analistas de Banco Base.

La economista en Jefe, Gabriela Siller Pagaza, explicó que el peso mexicano ha mostrado una tendencia muy clara desde julio del año pasado en el que se aprecia aproximadamente 7 por ciento en un periodo de dos meses y después rebota . “Esto significa que si el peso continúa con esta trayectoria podría alcanzar este verano un nivel de 16.74 pesos por dólar y después rebotar a niveles cercanos a 17.30 pesos por dólar. Después volver a bajar a niveles de 16.40 pesos por dólar .

“Es muy posible que la depreciación del peso se detenga en 16.74 y el nivel de 16.40 pesos por dólar se vea hasta el siguiente año después de la elecciones en México si no se presenta ninguna sorpresa negativa que genere aversión al riesgo sobre la economía mexicana”.