El Fondo Monetario Internacional (FMI) disipo la posibilidad de una recesión económica a nivel global pero reconoció que la actividad se ha ralentizado, pero no estancado. La economía mundial avanza a paso lento, pero sin correr.

Al publicar este martes sus perspectivas económicas globales prevé que el crecimiento económico mundial se desacelerará de 3.5 por ciento en 2022 a 3 este año y 2.9 por ciento para el próximo, una revisión a la baja de 0.1 puntos porcentuales para 2024 con respecto a julio.

La inflación general continúa su desaceleración, de 9.2 por ciento en 2022, en términos interanuales, a 5.9 por ciento este año y 4.8 por ciento en 2024. 

También se proyecta que la inflación subyacente, que excluye los precios de los alimentos y la energía, disminuya, aunque de forma más gradual, hasta 4.5 por ciento el año próximo. 

En la mayoría de los países, es probable que la inflación no retorne al nivel fijado como meta hasta 2025.

Revisión a la alza para México

El FMI revisó al alza su estimación de crecimiento de México. Para 2023 la proyección de crecimiento para nuestro país se revisó al alza en 0.6 puntos porcentuales a 3.2 por ciento y para 2024 en 0.6 puntos a 2.1 por ciento.

El organismo financiero multilateral consideró, que están apareciendo importantes divergencias y la actividad en algunas regiones permanece muy por debajo de las proyecciones anteriores a la pandemia. 

La desaceleración es más pronunciada en las economías avanzadas que en las de mercados emergentes y en desarrollo. 

Entre las economías avanzadas, las perspectivas de crecimiento de Estados Unidos se han revisado al alza, dada la resiliencia de su consumo y su inversión, mientras que la actividad de la zona del euro se ha revisado a la baja. 

También muchas economías de mercados emergentes han mostrado una inesperada resiliencia, con la notable excepción de China, que afronta dificultades crecientes derivadas de su crisis inmobiliaria y el deterioro de la confianza.

El crecimiento de las economías avanzadas se desacelerará a 1.5%, mientras que las economías en vías de desarrollo se mantendrá alrededor del 4%.

El FMI elevó su proyección de crecimiento de Estados Unidos para 2023 en 0.3 puntos porcentuales a 2.1 por ciento. Para el 2024 en 0.5 puntos porcentuales a 1.5 por ciento.

Como resultado, las proyecciones son cada vez más coherentes con un escenario de aterrizaje suave, en el que la inflación se reduce sin una gran desaceleración de la actividad, en especial en Estados Unidos, donde ahora pronosticamos un incremento moderado del desempleo, de 3.6 a 3.9 por ciento para 2025.

Para China se espera un crecimiento de su PIB de 5 por ciento este año y 4.2 por ciento en 2024.

Riesgos globales 

Aunque algunos de los riesgos extremos —como una grave inestabilidad bancaria— se han moderado desde abril, la balanza no deja de inclinarse hacia un deterioro de la situación.

La crisis del sector inmobiliario en China podría intensificarse, lo cual supondría un complejo reto para las políticas. 

Si los precios inmobiliarios disminuyen con demasiada rapidez en China, aumentarán las dificultades presupuestarias de los bancos y los hogares, lo que podría dar lugar a una grave amplificación financiera.

Por otra parte, la volatilidad de los precios de las materias primas podría aumentar en un contexto de shocks climáticos y geopolíticos, lo que supone un riesgo grave para el combate a la  inflación.