Es tal la relación estratégica con China que hasta la baja prolongada de la inflación en México tiene entre uno de sus factores el que el precio de las importaciones del gigante asiático, que son de amplio consumo en nuestro país, se mantengan sin alzas.
A pesar de la desaceleración de su economía, China ha logrado mantener a raya la inflación, por lo que cerca del 40 por ciento de las importaciones mexicanas procedentes del país comunista como maquinaria, equipo y tecnología, sus precios se mantiene estable.
En lo que va del año el Índice de Precios al Consumo del China ha sido del 0.4 por ciento, uno de los indicadores más bajos entre las economías emergentes y desarrolladas.
También los precios de productos chinos de baja sofisticación, pero de amplio consumo en México no han tenido cambios bruscos, asegura un análisis del Grupo Financiero Monex.
El aporte de China a la economía mundial
China ha sido la fuente de más del 40 por ciento del crecimiento global durante la última década, en comparación con el 22 por ciento de Estados Unidos y el 9 por ciento de la zona euro.
Entre 2000 y 2008 China mantuvo un crecimiento de dos dígitos, es decir un ritmo anual del 13 por ciento, convirtiéndose en la segunda potencia económica mundial.
En el proceso, China pasó de ser la novena mayor economía del mundo a consolidarse como la segunda, además de surgir como potencia militar, tecnológica y política.
Ahora su economía atraviesa dificultades con una de deuda pública cada vez mayor y una crisis inmobiliaria con más de 100 millones de viviendas vacías. Además, un desempleo juvenil que golpea al 21.3 por ciento de la población entre los 16 y 24 años.
Pese a ello, la previsión del Fondo Monetario Internacional (FMI) para este año señala que China generará un tercio del crecimiento económico mundial.
El FMI estima que en 2023 el crecimiento del Producto Interno Mundial será del 3 por ciento, muy por debajo del 5 por ciento que alcanzará China al cierre de este año y que muchas naciones desarrolladas quisieran llegar.
De acuerdo con el análisis de Monex, estas perspectivas se ven apoyadas por otros indicadores en China, de los que destacan la baja inflación al consumidor desde 2012 y la deflación que ha prevalecido con los precios al productor más recientemente.
El impacto de la desaceleración China
Los países más vulnerables a la recesión en China, incluyendo a Taiwán, son Corea del Sur y Japón donde se anticipa una disminución de cerca de 0.5 por ciento en las perspectivas de crecimiento anual.
Más aun, otras economías avanzadas como Alemania y Australia, que tienen en China al principal destino de sus exportaciones, también han frenado buena parte de su desarrollo y perfilan una situación de estancamiento para 2024.
Fuera de las grandes esferas del crecimiento, la recesión China afectará a varios países en América Latina, pues a lo largo de las últimas 3 décadas la región se ha consolidado como uno de los principales proveedores de materias primas para el país asiático.
De entre todos, sobresalen los envíos de soya, mineral de hierro, cobre y petróleo crudo, que son abarcados especialmente por Brasil, Chile, Argentina y Colombia.