Implementar reformas profundas al sistema financiero global es una demanda de los países con economías emergentes que les permitan tener acceso al financiamiento al desarrollo en mejores condiciones y responda a sus necesidades para reducir la desigualdad social.

También un contrapeso a las instituciones multilaterales como el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, que si bien han sido importantes en coyunturas críticas como la crisis en 2008 en Estados Unidos y la de 2010 en la Unión Europea, no lo ha sido tan eficiente en economías emergentes cuya cooperación requiere ser más dinámica.

Los bancos regionales, que han crecido y logrado expandirse, son ahora los principales aportantes de financiamiento para las economías emergentes, entre las cuales en América Latina destaca México. 

Tan es así que durante la vigésimo quinta cumbre de las economías emergentes de los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica), celebrada hoy en Johannesburgo, el anfitrión, el presidente sudafricano, Cyril Rampaphosa, exigió a nombre de los miembros reformas profundas al sistema financiero internacional.

En su discurso de apertura anunció el impulso al Nuevo Banco de Desarrollo de los BRICS, creado en 2015 como una institución regional  dedicada a financiar proyectos de infraestructura  para economías emergentes y países en desarrollo.

Al frente del Nuevo Banco de los BRICS, con sede en la ciudad de Shangai, está la ex presidenta de Brasil y economista, Dilma Roussef, quien asumió el cargo en marzo de este año en sustitución del bolsonarista, Marcos Troyjo. Su presidencia es rotativa y concluye en 2025.  

Instituciones financieras regionales

El Profesor de la Escuela de Asuntos Internacionales y Públicos de la Universidad de Columbia y ex Secretario Ejecutivo de Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), José Antonio Ocampo, coincidió con el llamado del presidente sudafricano.

Y exhortó a implementar reformas profundas al sistema financiero internacional, con base en una nueva arquitectura cimentada en redes de instituciones regionales y subregionales. 

Durante una conferencia magistral transmitida de manera virtual desde la sede principal de la CEPAL en Santiago de Chile, subrayó que los bancos regionales tradicionales han crecido más dinámicamente como el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y CAF-Banco de Desarrollo de América Latina, que han sido los principales aportantes de financiamiento para América Latina y el Caribe.

El también ex Ministro de Hacienda y Crédito Público de Colombia destacó las ventajas de un sistema financiero global donde existan más institucionales regionales e incluso subregionales.

“Este sistema está muy bien desarrollado en el ámbito de los bancos multilaterales de desarrollo, pero no en el sistema monetario internacional”, advirtió Ocampo.

Señaló que la banca de desarrollo debe seguirse expandiendo, para ofrecer tanto soluciones estructurales como contracíclicas. “Es esencial continuar con el financiamiento al sector público”, añadió.

Por su parte, el Secretario Ejecutivo de la CEPAL, José Manuel Salazar-Xirinachs, consideró que las reflexiones de Antonio Ocampo  se da en un momento crítico de grandes necesidades de financiamiento y movilización de recursos por parte de los países en desarrollo.

Aseguró que la reforma de la arquitectura financiera internacional es uno de los temas que ha venido impulsando el Secretario General de  Naciones Unidas, Antonio Guterres.