Lo que requiere México es una Reforma Fiscal que contribuya al bienestar de la mayoría de los mexicanos y que grave de forma progresiva los altos ingresos y las ganancias de las grandes empresas, consideró el economista e investigador, Ignacio Martínez Cortés.

En entrevista para “Qué Banco”, el también coordinador del Laboratorio de Análisis en Comercio, Economía y Negocios (Lacen), de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), destacó que para lograr ese objetivo se debe establecer en el debate la diferencia entre llevar a cabo una  Reforma Fiscal y una Tributaria. 

Explicó, que una eventual reforma tributaria va dirigida al impuesto al consumo, la producción y al Impuesto Sobre la Renta (ISR), lo que beneficia a las grandes empresas y los sectores de altos ingresos.     

 “La Reforma Fiscal debe beneficiar a la gente y evitar lo que paso durante el gobierno de Ernesto Zedillo (1994-2000) cuando se aprobó una reforma tributaria que incrementó el Impuesto al Valor Agregado (IVA)  de 10 al 15 por ciento.

“Si hubo un crecimiento económico porque fue muy fácil la recaudación tributaria, pero tuvo un efecto negativo en el ingreso de las familias de bajos recursos”.  

Y todavía en el gobierno de (Vicente) Fox, recordó, se pretendió generalizar el IVA a los alimentos, las medicinas, el transporte, los útiles escolares, libros etc, lo cual afortunadamente esa iniciativa no pasó en el Congreso.

Estimó, que una reforma fiscal de gran calado tendrá que esperar  debido a que el consenso para realizarla va estar en función de la correlación de fuerzas del Congreso que resulte de la elección presidencial del próximo año. “Los tiempos para concretarla se extenderían hasta el 2026 tomando en cuenta que el presupuesto  para el 2024 esta “cocinado” y “se estaría  presentando en septiembre”, precisó.

Manejo de la deuda pública

Martínez Cortés, quien dirige el Laboratorio de Análisis en Comercio, Economía y Negocios (LACEN) de la Faculta de Economía de la UNAM, reconoció que el actual gobierno ha tenido un manejo acertado de la deuda pública al no incurrir en un endeudamiento exorbitante. 

“Al contrario ha avanzado en el pago de deuda y esto implica que por lo menos en los dos primeros años de la siguiente administración federal  quien vaya ocupar la cartera de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), no tendrá esa situación”, aseguró.