La firma financiera internacional Moody´s estimó que la economía mexicana registrará un crecimiento de 2.3 por ciento en 2024, el cual se podría ver presionado por la desaceleración económica en Estados Unidos y China, y por el ajuste de las condiciones financieras globales. 

En su reporte: Soberanos de América Latina y el Caribe. Perspectivas 2024, detalló que el crecimiento promedio del producto interno bruto (PIB) de México será ligeramente menor al que se observará en la región a cerca del 2.5 por ciento en 2024 y por abajo del 2.7 por ciento del vaticinado para Perú. 

Por otro lado, la calificadora de valores global, espera que los niveles de deuda en Brasil, México y Chile aumenten entre dos y tres puntos porcentuales del PIB a medida que estos  países acumulen déficits primarios. 

Se necesitarían medidas de consolidación fiscal para mejorar los balances fiscales y estabilizar los niveles de deuda, advirtió. 

Un crecimiento económico estable limitará el incremento de los ingresos y las opciones de política fiscal. Sin embargo, el crecimiento contribuirá a mantener la estabilidad general de los niveles de deuda en Brasil, Chile, Colombia, México y Perú. 

Consideró que los riesgos de fondeo suelen estar contenidos en la mayoría de los países debido a la gran proporción de deuda en moneda local, incluyendo algunos con grandes requerimientos de financiamiento, como Brasil, Costa Rica y México.

Los riesgos sociales siguen siendo motivo de preocupación en la región, especialmente en vista del crecimiento moderado, la alta inflación alimentaria y el costo de vida elevado en general. 

Estos factores generarán descontento social y podrían incentivar una mayor polarización política. 

A pesar del limitado espacio fiscal, algunos gobiernos podrían verse tentados a aumentar el gasto para mitigar el impacto socioeconómico de un crecimiento débil y reforzar su aprobación política, por ejemplo, en Brasil, México y Chile. 

Sin embargo, “consideramos que esta opción se verá restringida por el posible impacto que estas políticas podrían tener en los perfiles crediticios soberanos”, concluyó.