Pese a que varios bancos centrales y supervisores financieros han realizado progresos en la aplicación de medidas de regulación y supervisión sostenibles desde 2021, aún existen importantes lagunas especialmente en los países de ingresos altos, aquellos con mayores emisiones de Gases Efecto Invernadero (GEI) y los más ricos en biodiversidad.
De acuerdo con el Informe de Regulaciones Financieras Sostenibles y las Actividades de Bancos Centrales 2023, elaborado por el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF por sus siglas en inglés), revela que sólo el 18 por ciento presenta avances significativos en la integración de los riesgos relacionados con el clima en su política monetaria y sus actividades de banca central.
Mientras que el 68 por ciento restante de los países de renta alta aún no han adoptado políticas adecuadas de supervisión bancaria en materia climática y medioambiental.
La evaluación muestra que, aunque varios bancos centrales y supervisores financieros han realizado progresos significativos en la aplicación de medidas de regulación y supervisión sostenibles, siguen existiendo lagunas importantes, especialmente en las principales economías, donde se siguen descuidando riesgos medioambientales y sociales.
Cabe recordar, que el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) es la organización de conservación líder en el mundo. Nacida en Suiza en 1961, es conocida por el logo del panda y tiene presencia en más de 100 países.
El caso de México
El estudio que explora “Dependencias e impactos del sector bancario mexicano sobre el ecosistema servicios”, fue presentado durante el panel sesión sobre “Financiamiento a comunidades para el conservación y restauración de la biodiversidad”, en el seminario realizado por el Banco de México (Banxico) en junio de 2023.
El análisis se centró en identificar la exposición y posibles riesgos económicos relacionados con la biodiversidad. Según los resultados una parte importante de la cartera de crédito de los bancos en México es muy dependiente sobre la naturaleza y sus servicios ecosistémicos.
Lo anterior, hace vulnerable a riesgos físicos derivados de la pérdida de biodiversidad y de los ecosistemas.
Por otra parte, también se descubrió que una parte importante de la cartera de crédito tiene una categoría de muy alto impacto sobre los servicios ecosistémicos, por lo que es sujeto a riesgos de transición.
Supervisión bancaria relacionadas con el clima es débil
En el ámbito global, el Informe de WWF señala que la ambición y la aplicación de medidas financieras sostenibles son desiguales entre los bancos centrales y los países supervisores.
Maud Abdelli, responsable de la Greening Financial Regulation Initiative de WWF, afirma: “La inacción o la escasa acción están alimentando la doble crisis clima-naturaleza.
“En la COP28 celebrada la semana pasada, los países acordaron abandonar los combustibles fósiles, pero no se comprometieron a eliminarlos por completo ni a dar prioridad a la protección de la naturaleza.
“Los bancos centrales y los supervisores deben dar ejemplo alejándose de los sectores más perjudiciales para el medio ambiente, como el carbón, el gas y el petróleo”.
También identificó que más de la mitad de los países con objetivos netos cero (20 de 37) incluidos en esta evaluación tienen políticas de supervisión bancaria relacionadas con el clima considerablemente débiles.
Destacó, que las políticas de supervisión bancaria y de seguros sobre sostenibilidad son insuficientes en los países con mayor biodiversidad de Asia-Pacífico y América Latina, lo que los deja muy expuestos a los riesgos relacionados con la naturaleza.