En la reunión anual del Banco Mundial, el Presidente ejecutivo del organismo multilateral, Ajay Banga, dictó cátedra ; “Vivimos en un mundo plagado de desafíos alarmantes, dijo, en una época de creciente polarización y posiciones extremas”.

En su discurso del viernes, en el que replanteó la misión y visión del Banco Mundial, Ajay Banga, enumeró los desafíos que enfrenta el mundo en medio de una batalla que va en declive por reducir la pobreza.

Ante líderes  mundiales, el  Presidente Ejecutivo pronunció su discurso durante las reuniones anuales que se celebran en Washington, sede del organismo, donde afirmó que el crecimiento económico está retrocediendo en gran parte de los países en desarrollo. 

“Cayó del 6 por ciento al 5 por ciento en dos décadas y va camino a ubicarse en solo el 4 por ciento en los próximos 7 años. Con cada punto porcentual que se pierde, 100 millones de personas caen en la pobreza y otros 50 millones se sumen en la pobreza extrema”, advirtió.

Compartió su preocupación por lo que está pasando en el mundo y por lo que podría suceder si los organismos como el Banco Mundial no encuentran una manera de financiar un mundo distinto, donde se proteja el clima, abunden los alimentos y se logre derrotar la pobreza.

“Vivimos en un mundo plagado de desafíos alarmantes, en una época de creciente polarización y posiciones extremas. Una desconfianza cada vez más intensa está separando al hemisferio norte del sur y complica las perspectivas de progreso”, sostuvo.

En su mensaje con tintes de impacto, pero también de optimismo, el Presidente del Banco Mundial, estimó que la deuda en los mercados emergentes, en donde en África es el doble, es una carga que aplasta a los países cuando intentan levantarse.

“Si profundizamos más, encontraremos personas con grandes dificultades para satisfacer sus necesidades y las de sus familias debido al estancamiento de los ingresos. En África subsahariana, el ingreso per cápita es el mismo que hace 14 años”, indicó.

Misión y Visión del Banco Mundial

Para hacer frente a los grandes desafíos de la economía mundial, planteó una nueva visión y misión del organismo, sustentado en crear un mundo sin pobreza en un planeta habitable que impulse un desarrollo transformador y eleve la calidad de vida con educación y atención médica para todos. 

Esta misión, dijo, también debe ser inclusiva para las mujeres y los jóvenes, que  serán el motor de nuestro futuro siempre y cuando les brindemos calidad de vida y buenos empleos.

Condenó que a nivel mundial, la participación de las mujeres en la fuerza laboral no mejora desde 1990, y cuando logran incorporarse, no se les paga de manera equitativa.

Según nuestras propias estimaciones, advirtió, en los próximos 10 años, mil100 millones de jóvenes en todo el hemisferio sur se convertirán en adultos en edad de trabajar. Sin embargo, en el mismo período y en los mismos países, se prevé que solo se crearán 325 millones de empleos.

Para ello, consideró que el reto fundamental es impulsar un crecimiento económico sostenible con creación de empleo, desarrollo humano, gestión fiscal y de la deuda, seguridad alimentaria, y  acceso a aire limpio.

Reconfigurar el camino

Como parte de las acciones del Banco Mundial para reconfigurar el camino, Ajay Banga, informó de la ampliación por 40 mil millones de dólares resultado de su balance que a lo largo de 10 años han ajustado entre préstamos y capital social.  

“Estas nuevas herramientas nos permiten asumir más riesgos e incrementar aún más nuestra capacidad de financiamiento, al tiempo que preservamos la calificación AAA. En conjunto, podríamos disponer de 157 mil millones de dólares adicionales en capacidad de financiamiento en un período de 10 años”, anunció.

Al respecto, dijo que el Banco Mundial estudia la posibilidad de establecer plazos de vencimiento de 35 a 40 años para ayudar a los países en inversiones en capital social y humano a largo plazo.

América Latina y el Caribe

Con respecto América Latina y el Caribe, estableció que su alianza con esa región se centra en tres objetivos: combatir la deforestación del Amazonas, fortalecer la resiliencia del Caribe ante los desastres naturales y subsanar la brecha de acceso digital en el continente.

En su hoja de ruta, el funcionario mencionó cuatro ejes. Personas: salud, educación y protección social; Prosperidad: empleo, política tributaria, política económica, inclusión financiera y pequeñas empresas; Planeta: aire, agua, salud del suelo, biodiversidad, bosques, adaptación, mitigación, infraestructura, carreteras, puentes y energía.