En 2022, alrededor de 181 millones de personas en América Latina y el Caribe lograron salir de la pobreza, sin embargo todavía existen 180 millones que no cuentan con ingresos suficientes para cubrir sus necesidades básicas, y entre ellas, 70 millones no tienen ingresos para adquirir una canasta básica.
En su más reciente informe sobre el Panorama Social de la región 2023, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), señala que la pobreza extrema disminuyó 11.2 por ciento, lo que representa en población 70 millones de personas.
El informe indica que casi un tercio de la población de la región vive en situación de pobreza, indicador que se eleva a 42.5 por ciento en el caso de la población infantil y adolescente.
La incidencia de la pobreza también es más alta entre las mujeres, la población indígena y las personas que viven en zonas rurales, añade.
Mercado laboral
Según la CEPAL, la creación de empleo entre 2014 y 2023 ha sido la más baja desde la década de 1950, y en 2020, durante la pandemia, la creación de empleo disminuyó 8.2 por ciento, siendo la caída más pronunciada desde los últimos 70 años.
Del universo de 292 millones de personas ocupadas en la región, sostiene el informe, una de cada dos se encuentra en empleos informales, cerca de un quinto vive en situación de pobreza, 4 de cada 10 tiene ingresos laborales inferiores al salario mínimo y la mitad no cotiza en los sistemas de pensiones.
“Si bien se observa una mejora en los mercados laborales entre 2020 y 2022, la región atraviesa una crisis en materia de inclusión laboral, entendida como las condiciones en que se accede al empleo”, explica el organismo regional de las Naciones Unidas.
Plantea que se requiere acceso a trabajos productivos, bien remunerados y con acceso a la protección social, en particular para las mujeres y las personas jóvenes.
En 2022, 54 millones 200 mil hogares en la región (39 por ciento del total) dependían exclusivamente del empleo informal y la mayoría de las niñas y niños, menores de 15 años, así como las personas de 65 años o más viven en hogares completamente informales o mixtos (61.2 por ciento).
Desigualdad en el ingreso
Si bien la desigualdad de ingresos disminuyó en 2022 hasta niveles inferiores a los registrados en 2019, esta sigue siendo muy elevada. En 2021, la riqueza de solo 105 personas representó casi el 9 por ciento del PIB regional, señala el estudio.
Ejemplifica que en América Latina, el decil de ingresos más altos (decil 10) percibe un ingreso que equivale a 21 veces el del decil de menores ingresos (decil 1).
El informe también aborda la persistencia de las brechas de género históricas en los mercados laborales.
Persiste brecha de género laboral
Mientras la tasa de participación laboral de los hombres fue de 74.5 por ciento en 2022, la de las mujeres alcanzó solo a 51.9 por ciento, lo que representa una brecha de 22.6 puntos porcentuales.
Además, las mujeres tienen mayores tasas de desocupación con 8.6 por ciento en comparación con el 5.8 por ciento de los hombres en 2022.
El trabajo doméstico, apunta la CEPAL, representa una de las principales fuentes laborales para las mujeres de América Latina, pero el ingreso promedio que perciben las trabajadoras domésticas es la mitad del que perciben en promedio las mujeres ocupadas.
De igual forma, en el estudio se indica que las personas migrantes han aumentado su presencia en los mercados de trabajo de la región, contribuyendo con ello a la economía de los países de destino.