En el universo de las plataformas digitales, las de servicio de reparto han tenido un crecimiento acelerado cuyas ganancias no se refleja en los miles de jóvenes y adultos que laboran sin seguridad social con sueldos precarios y con las largas jornadas de trabajo, aseveraron especialistas. 

Tras la pandemia se han hecho esfuerzos por parte del gobierno para regular el trabajo que realizan, sin embargo no se ha logrado todavía tener una legislación que les permita asociarse y llegar acuerdos colectivos, se expuso en el seminario sobre Trabajo y Desigualdades, organizado por el Colegio de México (Colmex).

El investigador emérito de la Universidad de Colombia, Fernando Urrea Giraldo, estima que esas plataformas se apoyan en un modelo de explotación en el que el trabajador se somete a un sistema similar de destajo cuya ganancia se mide por el número de pedidos que entrega.

Además, advirtió que este tipo de plataformas le imponen al trabajador una narrativa en la que es un emprendedor hacia un mundo nuevo de oportunidades en la economía digital, autónomo y con la posibilidad de tener un horario flexible en el trabajo.

Al participar en el encuentro titulado: El modelo de negocios de las plataformas digitales, funcionamiento y perspectivas, Gustavo Vega Geraldo, investigador del Colmex experto en estudios sociodemográficos, desmiente ese mito del trabajador autónomo y sostiene que las jornadas laborales son muy prolongadas.

“La mayoría de ellos tiene un promedio por debajo del salario mínimo contractual del IMSS (4 mil 973 pesos) y para obtener una mayor remuneración necesita trabajar alrededor de 10 horas al día”, comentó. 

Estudio Sociodemográfico

Explicó, que en México existen alrededor de 350 mil personas que laboran en esas plataformas y rechaza que sea un trabajo ocasional o secundario  como se piensa, ya que 8 de cada 10 es único empleo y 5 de cada 10 lo hace por tiempo indefinido.

En México, agregó, existen dos plataforma de reparto, Rappi y Uber, que concentran el 80 por ciento del mercado, es decir, 8 de cada 10 repartidores laboran para esas empresas. 

Apoyado en una encuesta que realizó junto con 10 investigadores de universidades públicas y extranjeras, sostiene que este sector esta acaparado por hombres en un 80 por ciento y 20 por ciento por mujeres.

De acuerdo con la encuesta, aplicada a mas de mil trabajadores repartidores, la gran mayoría tiene un promedio de edad de 30 años para hombres y 32 para mujeres.

En el caso de las mujeres, la edad entre los 26 y 40 años es superior en 45 por ciento frente al 41 por ciento de los hombres. En cambio, cuando son menores de 26 años la proporción de mujeres desciende significativamente al 30 por ciento contra 42 por ciento de hombres. 

En la trayectoria educativa, tienen niveles de escolaridad  intermedios y altos, y en algunos casos con estudios de licenciatura. Más de la mitad dejaron de estudiar por razones económicas.

Los medios de transporte que utilizan son motocicleta (58 por ciento hombres y 26 mujeres)  bicicleta (31 por ciento hombres y mujeres 32.4) transporte público o a pie (8.2 por ciento hombres y 29.3  mujeres) y auto (2.4 hombres y 11.7 por ciento mujeres). 

Vega Geraldo, coincide en que las personas que trabajan en este sector tienen un régimen laboral de máxima flexibilidad con altísima rotación, donde es un intermediario de la plataforma que une a los consumidores.

“Es la manera de sacar al trabajador de la dinámica del conflicto social porque esas plataformas no realizan grandes inversiones en activos, sus enormes ganancias provienen de un ejército de reserva de jóvenes con condiciones laborales precarias”, precisa. 

El caso Colombiano

Sobre este punto, Fernando Urrea Giraldo expuso el caso de como en su país la plataforma de reparto Rappid se posicionó en menos de cinco años como la empresa líder en ese sector.

Ante este potencial de crecimiento, explicó, el gigante japonés  SoftBank le apostó a la plataforma de origen colombiano y le invirtió en abril de 2 mil millones de dólares, que en alrededor de tres años crecieron para llegar a los tres mil millones de dólares.

Este vertiginoso crecimiento, considera el investigador, obedece a que este tipo de empresas, también conocidas como economías colaborativas, son ideales para el capital financiero que a través de fondos de riesgo especulativo buscan este tipo de modelos de negocios.

Rappid fue fundada en 2015 por tres jóvenes empresarios de Colombia y opera en nueve países de América Latina: México, Costa Rica, Colombia, Ecuador, Perú, Chile, Argentina, Uruguay y Brasil.

Hasta Agosto de 2023, el 65 por ciento de las ventas sigue siendo el sector gastronómico, que fue muy favorecido por esta plataforma cuando se desató la pandemia del Covid en 2020.