Entre abril y junio de este año, el gobierno federal destinó 75 mil 85 millones de pesos para continuar con el rescate bancario y apoyo a deudores, cifra que significó un aumento en términos reales de 15.32 por ciento con respecto a los 61 mil 979 millones pagados en el mismo periodo del 2022, revelan informes de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).
De acuerdo con los Informes de Finanzas Públicas y Deuda Pública correspondiente al segundo trimestre del año, la deuda bancaria asumida por el gobierno federal y pagada con recursos de todos los contribuyentes representa actualmente el 3.09 por ciento del total del valor de bienes y servicios producidos por la economía mexicana en 2023.
Esta cifra es menor en 0.16 puntos porcentuales respecto al presentado al cierre del segundo trimestre de 2022 de 3.25 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB). Esta baja se explica en 0.09 puntos porcentuales por la contracción de la deuda del Instituto en términos reales, es decir, descontando la inflación y en 0.07 puntos porcentuales por el crecimiento estimado de la economía en términos reales de junio de 2022 a junio de 2023.De los 75 mil 85 millones de pesos destinados en el segundo trimestre del año al rescate bancario a través del Instituto de Protección al Ahorro Bancario (IPAB), 48 mil 800 millones de pesos se canalizaron para la amortización de emisiones de bonos para refinanciar la deuda.
Aumentan los intereses
Otros 26 mil 285 millones se pagaron sólo por concepto de intereses, monto que representó un aumento de 57.5 por ciento más en términos reales a los 15 mil 879 millones de pesos de intereses pagados en el mismo lapso de 2022.
Esta deuda, contraída para el rescate de algunos bancos, en su mayoría extranjeros, se esperaba fuera cubierta en un periodo máximo de 20 años; sin embargo, ya han transcurrido 25 años y los pasivos totales ascienden todavía a un billón 138 mil 280 millones de pesos.En tanto, los activos totales sumaron 189 mil 482 millones de pesos. Así, la diferencia entre los pasivos y los activos es de 948 mil 798 millones de pesos y representa la posición financiera del IPAB, la cual registro una disminución en términos reales de 2.70 por ciento con respecto a diciembre de 2022.
Adicionalmente, se pagaron 74 millones de pesos relacionados con gastos de administración del Instituto; 49 millones de pesos al pago de apoyos por capitalización y por recuperación, y 3 millones de pesos relacionados a procesos de resolución.
Es importante señalar, que para la administración de estos pasivos, el gobierno federal autoriza cada año la contratación de créditos o la emisión de valores para canjear o refinanciar las obligaciones financieras del IPAB, buscando siempre el menor impacto sobre las finanzas públicas y cuidando que estos pasivos mantengan una trayectoria sostenible y sustentable a largo plazo.
Recordemos, que en enero de 1995, en plena crisis bancaria nacional, el entonces gobernador del Banco de México, Miguel Mancera Aguayo, aseguraba que el apoyo económico del erario, vía Fondo Bancario de Protección al Ahorro (Fobaproa) a las 18 instituciones reprivatizadas no rebasaría los 50 millones de dólares, y, la ayuda sería temporal y solo en caso de necesitarse.
El rescate de bancos fue aprobado el 12 de diciembre de 1998 bajo la administración del entonces presidente de la República, Ernesto Zedillo Ponce de León. Posteriormente, el IPAB se conformó en 1999 e inició con una deuda de 552 mil 300 millones de pesos, después de que en 1998 se disolvió el Fobaproa, que había sido creado en 1990.
Solamente en 2022 la banca en México obtuvo ganancias históricas, que ascendieron a 236 mil 743 millones de pesos, impulsadas por las elevadas tasa de interés, que aumentaron el margen financiero de los bancos y la reactivación del crédito.