Tres años después del inicio de la pandemia, el empleo en América Latina y el Caribe crecerá en alrededor del 2 por ciento durante 2023 en un escenario de menor crecimiento económico en la región y tasas de inflación relativamente altas.
Aún cuando los principales indicadores del mercado laboral en América Latina y el Caribe han experimentado un dinamismo que superó las expectativas que se tenían al inicio de la crisis sanitaria, el panorama del empleo no es muy optimista.
El crecimiento económico del 1.2 por ciento previsto para la región en 2023 impactará en un menor dinamismo en la generación de empleos, por lo que se prevé un deterioro en su calidad con menores niveles de protección social, lo que aumentará la pobreza y la desigualdad en la región.
Estas son algunas de las conclusiones del informe semestral elaborado de manera conjunta por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) y la Organización Internacional del Trabajo (OIT) sobre el Panorama Laboral en la Región.
El documento explica que la recuperación ha sido heterogénea a lo largo de la región, y en ciertos países algunos indicadores aún no alcanzan los niveles anteriores a la pandemia.
“En 2020 la región experimentó contracciones en la economía y el mercado laboral sin precedentes en el último siglo, destacándose la contracción de la productividad en sectores como la industria, la construcción y el comercio.
“Instrumentos como los seguros de desempleo, los subsidios a la contratación y el teletrabajo actuaron de manera complementaria para atenuar la contracción del empleo y sus efectos en 2020”, indica el estudio.
En este contexto, de incertidumbres externas, añade, los países de América Latina y el Caribe crecieron un 3.8 por ciento en 2022, una cifra significativamente menor que el 6.7 por ciento de 2021.
Participación de las mujeres
La recuperación de la tasa de participación en la región fue mayor en las mujeres que en el de los hombres, con lo que se redujeron las amplias diferencias entre ambos grupos.
Así, mientras la participación femenina se incrementó 1.7 puntos porcentuales en 2022 (51.8 por ciento) respecto de 2021 (50.1), la participación de los hombres se incrementó 0.3 puntos porcentuales en 2022 (74.4) respecto de 2021 (74.1 por ciento).
Dada esta diferencia, la tasa de participación femenina recuperó sus niveles anteriores a la pandemia mientras que en el caso de los hombres mantiene un rezago de un punto porcentual respecto del mismo período.
A pesar de la mejora observada en 2022, 48 de cada 100 mujeres de América Latina y el Caribe en edad de trabajar no están participando en el mercado de trabajo.
Poder adquisitivo
Según se desprende del documento “Coyuntura Laboral en América Latina y el Caribe”, los salarios medios reales se estancaron en 2022, lo que contrasta con el aumento observado en 2021 y refleja el impacto de la mayor inflación.
Para contrarrestar el efecto sobre los trabajadores de menores ingresos, los valores nominales del salario mínimo se incrementaron a lo largo de la región, y la mediana regional de la variación del salario mínimo nominal durante 2022 fue del 9.0 por ciento.
En este sentido, destacan los incrementos en países como Brasil, Chile, Colombia y México, donde las variaciones fueron de dos dígitos. En el caso de las economías de Argentina y Venezuela , el salario mínimo nominal registró incrementos del 68 y el 1.650 por ciento, respectivamente.
En 2022, la interacción entre la mayor inflación y el aumento de los salarios mínimos nominales se tradujo en un incremento del 2.3 por ciento de la mediana regional del salario mínimo real, que contrasta con la reducción del 2.0 por ciento observada en 2021.
Ocupación Informal
De acuerdo al informe, la tasa de ocupación informal promedio de la región experimentó una pequeña reducción durante 2022, al pasar del 48.8 en 2021 al 48.7 por ciento en 2022.
La informalidad se redujo en 8 de los 11 países de los que se dispone de información, destacándose la reducción en Colombia (2.0 puntos porcentuales) Y Costa Rica (1.7 puntos porcentuales). En México fue de 0.4 por ciento.
Por su parte, en tres países se informó de un alza en la tasa de informalidad, que en el caso de la Argentina fue de 4.1 puntos porcentuales.