La economía de Estados Unidos crecerá 1.9 por ciento en este año comparada con el 2.54 de 2023, y se prevé 1.4 por ciento en 2025, sin descartarse una leve recesión para finales de 2024 o inicios de 2025, consideraron analistas financieros.

Advirtieron, que al comienzo del 2024 siguen existiendo muchos riesgos para la economía de Estados Unidos, como: presiones al alza en la inflación por el mayor gasto público, alza en los costos de transporte y posibilidad de nuevos choques de oferta por las guerras; endeudamiento de los consumidores, con la tasa de morosidad en tarjetas de crédito al alza, alta tasa de interés y cautela entre los consumidores.

Según las previsiones del Banco Base se estima que la inflación seguirá observando presiones y podría estancarse en 2024 alrededor del 3 por ciento, debido a presiones en el sector servicios. 

Con esto, la Reserva Federal (FED)  podría ser muy cautelosa con el inicio del ciclo de recortes en la tasa de interés. 

Por otro lado, las elecciones federales del 2024 podrían agregar optimismo al consumo, pero una vez pasado el periodo electoral, el menor gasto público, la alta tasa de morosidad, la alta tasa de interés y las constantes presiones inflacionarias podrían propiciar una leve recesión. 

Para México, es claro que el posible regreso de Donald Trump al escenario político implica mayor incertidumbre, pues actualmente se vive una crisis migratoria a través de la frontera entre México y Estados Unidos, la crisis del fentanilo y en dos años (julio del 2026) se tendrá que hacer una revisión programada del T-MEC de acuerdo con la cláusula sunset. 

Lo anterior representa un riesgo para México pues Trump puede amenazar con usar la revisión del T-MEC en 2026 y obligar a revisiones anuales durante su mandato, sobre todo ahora que hay controversias comerciales abiertas y podría promover nuevas. 

Las revisiones al tratado como herramienta de presión pueden opacar la oportunidad del nearshoring, afectar la inversión en México y elevar la aversión al riesgo sobre el país.

Los especialistas de Banco Base recordaron que el 2023 fue un año atípico, con el desorden bancario, discusiones sobre el techo de la deuda, posibilidad de cierre temporal del gobierno y recortes en la calificación crediticia, que sorprendentemente no impactaron el desempeño de los mercados financieros. 

En el mercado de capitales la inteligencia artificial fue la gran impulsora del crecimiento, propiciando máximos históricos en los índices bursátiles.